Dos extraordinarios documentales que hicieron su debut mundial en Tribeca y que comenzarán sus rondines por el circuito festivalero pronto. Thieves By Law, de Ganavim ba Hok era una de mis favoritas al comienzo de la contienda. La costosa co-producción entre Israel, Alemania y España, trata sobre tres de los principales mafiosos rusos que dominaron, no solo los titulares sino las ganancias no hace mucho en ese país.
¿Cómo fue que Clio Barnard, ganó el premio al Mejor Cineasta Nuevo en el área documental? La directora inglesa prácticamente reinventó el género con The Arbor, donde examina el drama e infierno familiar de la dramaturga Andrea Dunbar con su hija, así como su legado artístico en la actualidad. A través de la utilización de actores, quienes prestan su apariencia a las voces que Barnard obtuvo mediante entrevistas, brinda no solo un resultado original sino cautivante. Los actores solo mueven su boca y lo hacen con una intensidad perfecta.
Como saben mi idioma principal no es el inglés y cuando se trata de una cinta de esas tierras, a veces me abstengo ya que el acento es difícil de entender. A pesar que sólo entendí menos de la mitad de la cinta, nunca pensé en abandonar la sala. La atmósfera que Bardbard crea, un juego escenico casi teatral, es mágico en donde no importa que las verdaderas personas no están al frente de la pantalla. Fascinante.
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