Reseña: Alice's House, Chico Teixeira

Madre e hija Fotos de Luca Barreto

 

 

Las últimas películas brasileñas que se estrenaron a nivel comercial en Nueva York, Love for Sale y Antonia, fueron historias que centraron su estructura narrativa en los conflictos y la fuerza de sus personajes femeninos. La más reciente importación de Brasil, Alice's House (A Casa de Alice) —que se estrena hoy en el Angelika Film Center y en varias ciudades de California—, no es la excepción. Alicia, interpretada por la excelente Carla Ribas en su debut cinematográfico, a sus 40 años quiere ser feliz. Viviendo con su marido y sus tres hijos, en el departamento de su madre, doña Jacira, no es fácil pero es lo único que conoce. Hasta ahora... 

 Con un trabajo de manicurista, que le ofrece una que otra 'distracción', Alicia es el soporte económico de su familia, en la que nadie parece trabajar excepto por las dos mujeres. Los 20 años que lleva de casada comienzan a pesarle, económica y emotivamente. Ni depilando su vagina, consigue la atención de su marido. "¿Te rasuraste? No lo puedo creer, ¡es ridículo!", vocifera el hombre, de oficio taxista y a quien no le importa seducir a su adolescente vecina. Tan pronto aparece un ex novio de su juventud, Alicia no lo piensa dos veces y se deja llevar por la pasión.  

Amor a los 40

Este matrimonio no es lo único inestable en este pequeño departamento, los tres hijos luchan por su existencia. El mayor y conservador de la familia, aspirante a militar, tiene que prostituirse con hombres mayores para subsistir; el carismático de la casa tiene que robarle a la dulce abuela, que al paso de los días está perdiendo la vista ¿o será que no quiere ver a su alrededor? y el estudiante inocente que está ante su despertar sexual. Al final una serie de traiciones y los intereses de cada uno de ellos, saldrán a flote en el filme, que por cierto se convierte en el primer lanzamiento de la distribuidora Figa Films. 

Con una buena dirección de Chico Teixeira, quien decidió dejar de lado la realización de documentales momentáneamente, La Casa de Alicia, su primer largo de ficción, ofrece una interesante mirada a la clase media-baja brasileña, pocas veces antes vista en el cine. Y aunque la falta de música y su tono tipo documental, no podrá gustar a muchos, los resultados son sorprendentes. No obstante, quien también se lleva los honores es la ganadora a la Mejor Actriz en los festivales de Guadalajara, Miami, Río de Janeiro y Sao Paulo, Carla Ribas, que no solo proyecta fuerza sino una vulnerabilidad particular en su papel de Alicia. Estamos, sin temor a equivocarme, ante la nueva gran actriz brasileña.