Tribeca 08 Los Documentales 2: Jogo de Cena, SqueezeBox! y Un Retrato de Diego

 

Del hombre-documental del cine brasileño, Eduardo Coutinho, se presentó Jogo de Cena, un encantador filme en el que hay algo de ficción. El planteamiento era bastante simple: en un teatro vacío unas mujeres hablan sobre algo importante que les pasó, luego unas actrices (¡solo reconocimos a tres!) reinterpretan esos testimonios para después comentar acerca de ellas. 

El resultado es fascinante, gracias a la buena edición, que por cierto invita al espectador a jugar con lo que propone Coutinho: ¿quién lo hizo mejor? ¿quién se apegó más a la realidad... o a la ficción? ¿qué fue lo que acabo de ver? Las respuestas no surgen a la primera... Sin duda, uno de esos filmes que se necesitan ver más de una vez.

Si bien parece que todo se ha dicho del Che Guevara en el cine, el director mexicano Luis López y Trisha Ziff, encontraron la formula perfecta para darle una lectura más al mito del revolucionario argentino en Chevolution. Este equilibrado, divertido e histórico documental, examina el impacto de la foto --sí esa del Che que está en todas partes--, tomada por Alberto "Korda" Díaz Gutiérrez, desde diversas ópticas. No dudo que le saldrán sus detractores, a la hora que se exhiba de manera comercial, pero como era de esperarse fue uno de los documentales que se proyectaron a casa llena en Tribeca.  

 

Otro filme acerca de Nueva York, esta vez sobre una difunta fiesta que a finales de los 90 causó sensación por presentar punk-drag queens cantando en vivo: SqueezeBox! Un documental bastante entretenido, de bajo presupuesto, que se remonta a los años de cuando era divertido salir en la Gran Manzana. Había mucha curiosidad por verlo, ya que aunque nos tocó ir un par de veces cuando estaba en plena decadencia, realmente hacen lo mejor por presentar el espíritu de la fiesta. Para quienes se la perdieron se exhibirá el próximo mes durante el NewFest. 

 

Muy pero muy al estilo de Michael Moore, Bigger, Stronger, Faster presenta la obsesión que existe en Estados Unidos por los esteroides. Lo interesante o triste del asunto, es que su joven director lo hace desde la perspectiva familiar: sus dos hermanos los usan. Con estreno el 30 de mayo en Nueva York y Los Angeles, se espera tenga un buen ingreso en la taquilla. 

 

Volviendo a nuestro terreno, Un Retrato de Diego, no es tan malo como había escuchado. Pero debo decir que varias personas se salieron de la función, otros dormían y una hasta roncaba. A mí me atrapó desde el principio, una fascinación total saber de estos tres artistas mexicanos (Diego Rivera, Manuel Alvarez Bravo y Gabriel Figueroa), pero entiendo aquellos que decidieron huir. Al comienzo es difícil entender lo que Gabriel Figueroa y Diego López Rivera —además de los invitados a cuadro—, quieren dar a conocer al espectador. El libreto por momentos se torna tan didáctico, especialmente cuando se escucha la voz femenina en la narración, que teníamos que esperar a Daniel Giménez Cacho, quien con un tono más natural, nos recordaba que estabamos en el cine, y no en un museo. Por otro lado, las imágenes inéditas del muralista junto a sus modelos, poco decían pero no dejaban de ser bellas. La escena cuando Rivera está pintando a la actriz Dolores Del Río, es alucinante. 

 

El lema de El Pollo, el Pez y el Cangrejo Real decía algo así como "el primer thriller gastronómico de la historia" y se quedó a medias porque la tensión es mínima. Una historia amena que la audiencia parecía seguir con interés. Finalmente, aunque no dudo que los directores de Celia the Queen hayan tenido las mejores intenciones para la realización de este tributo-musical, lo cierto es que carece de profundidad y se quedaron muchas interrogantes en el aire.

 

¡Azúcar!