Reportero (2012): Entre la Vida y la Muerte

 

A pesar de los múltiples atropellos y asesinatos que se han cometido en contra del semanario independiente Zeta, una de las publicaciones más importantes del norte de México, la libertad de prensa se ejerce sin titubeos. "Libre como el viento", reza la frase del semanario de Tijuana, en Baja California. 

 

Esta premisa queda delineada desde los primeros minutos de Reportero (Quiet Pictures, 2012), un documental de Bernardo Ruiz, quien hace un recorrido —a veces trágico— por la historia de esta publicación fronteriza de la mano de su reportero estrella: Sergio Haro Cordero. 

Comprometido en la búsqueda de la verdad, la justicia social y con una inseparable cámara, Haro es el eje central para entender el pasado y presente de la violencia que no solo sacude a esta ciudad sino a su empresa de trabajo. Entre un fallido atentado en contra de su director, la muerte de dos compañeros a manos del crimen organizado, las amenazas diarias y la preocupación de su familia, parecen no mermar sus ideales periodísticos. Para este reportero el quedarse callado "te vuelve cómplice" de una situación que nadie puede negar, asegura.

Mientras el crimen organizado opera con impunidad, en el anonimato y bajo el cobijo de algunas instituciones gubernamentales, según se escribe en las páginas de Zeta, Reportero ofrece un testimonio único y valiente de este grupo de periodistas, cuyo trabajo en muchos casos es cuestión de vida o muerte. "La violencia es por el reacomodo (de los cárteles) y la lucha por el territorio para pasar la droga a Estados Unidos", explica Haro de manera tranquila.

Sergio Haro

En sus absorbentes 72 minutos de duración, el documental deja claro la independencia del seminario y su lucha por ejercer la libertad de prensa. Debido a que el gobierno mexicano controla la venta, compra y distribución del papel, que se utiliza para la producción de periódicos y demás, desde su comienzo y a pesar del costo que representa, se manufactura en Estados Unidos para evitar la censura. "Somos desconfiados por naturaleza", dice Adela Narvarro Bello editora del semanario Zeta, y quizás la única mujer al frente de un periódico en México. "Esto nos garantiza la libertad de prensa".

Uno de los aciertos de Reportero es mostrar la pasión de estos periodistas por su vocación, tanto Haro y Bello cautivan por sus logros individuales; sin reflectores ni maquillajes. Si bien Ruiz ofrece una historia memorable, valiente y actual, el filme carece de una voz crítica y directa sobre el papel de la sociedad estadounidense en este tema, a quienes Reportero está dirigido.

Contexto 2022  

Lamentablemente Sergio Haro Cordero murió a los 60 años a consecuencia de un infarto agudo en mayo del 2017, según su casa editorial, frente a su computadora mientras redactaba un artículo. Adela Navarro Bello sigue al frente de Zeta y ha sido galardonada por sus logros en terreros de la libertad de expresión. Bernardo Ruiz se ha convertido en un prolífico documentalista comprometido en ambos lados de la frontera.