En menos de un año se han estrenado en Estados Unidos de manera comercial y limitada, varias películas peruanas (La Teta Asustada, Contracorriente, Altiplano), desplazando así al gigante de Brasil. Si bien varias de ellas son coproducciones, los críticos, el público, las distribuidores y los festivales, están poniendo atención al talento de esa nación. Ahora un dueto de cineastas jóvenes peruanos, Daniel y Diego Vega, llegan con la cuarta producción a estrenarse directamente de Lima.
Se trata de su ópera prima Octubre (New Yorkers Films), la única cinta peruana que ha ganado algo en el Festival de Cannes. Para sorpresa de muchos, el premio no solo fue algo, sino el principal que se otorga en Una Cierta Mirada y desde entonces Octubre se ha mantenido en el circuito festivalero y en las salas de cine de varios países. Hoy se estrena en nuestra ciudad, en el Lincoln Plaza Cinemas y Angelika Film Center, después de su presentación en el New Directors/New Films.
La cinta relata la histora de un solitario hombre, que presenta dinero en el barrio y quien recibe un pequeño regalo de una de las prostitutas que tanto frecuenta. Entre procesiones religiosas, dinero falso, una niña abandonada y una mujer que necesita disfrutar de su sexualidad, vemos en Octubre que la avaricia va de la mano con el amor, y el deseo del pecado. Durante su estancia en Nueva York, hace unas semanas, nos encontramos con uno de los hermanos Vega, Daniel para ser exactos, quien nos hablo de lo que esperan, los procesos de rechazo, del trabajo actoral y que películas peruanas debemos ver pronto.
Christian Del Moral: ¿Qué expectativas tienen con el estreno de Octubre en Estados Unidos?
Daniel Vega: Si me hubieras preguntado eso, sin haber estado en Cannes, y me hubieran dicho que [Octubre] se estrenaría en Nueva York, hubiera dicho: ¡wow, increíble! Ahora es emocionante la verdad, porque estoy aquí, hemos estrenado en Francia, Alemania, en lugares y mercados de cine grandes. Y veo que la gente está interesada. ¿Expectativas? Ojalá que vaya la mayor cantidad de público posible, y que la gente la vea. Como toda película, habrá gente que le guste más, le guste menos, algunos no les gustará... Lo que me gusta de las reacciones de la película, es que la gente se vuelve fan, le llega tanto la película. Yo siento que es porque hablamos de la condición humana por encima del contexto en el que se esté, ese siempre fue nuestro foco. Hablamos de la fe, que existe en todas partes del mundo y de diferentes formas, del deseo, de la soledad, de la avaricia y esos son temas universales, creo que por ahí está la conexión con el público.