Los adjetivos de inspirador, emotivo y honesto, sobran para describir a Crude, el más reciente documental de Joe Berlinger, sobre el drama legal que entablan unas comunidades indígenas ecuatorianas (con la ayuda de un grupo diverso de estadounidenses) contra la compañía Texaco (hoy Chevron) por el daño —contaminación del agua, entre muchos— que causó mientras extrajo petróleo de ese país.
Detrás de está acción legal, están el abogado local Pablo Fajardo y el también litigante neoyorquino Steven Donziger, quienes tratan de probar con los pocos y después muchos medios posibles, el desastre natural que tiene una medida similar al estado de Rhode Island.
Y ni se diga de las declaraciones de una articulada portavoz de la empresa en problemas, "si hubiera encontrado algo, sería la primera persona en decir algo", que suena bastante falsa. Para ellos, la responsabilidad debe ser asumida por la empresa ecuatoriana que trabajaba en colaboración con ellos, ya que sus estudios no arrojan ningún aumento de cáncer entre esa población y los problemas de salud se deben a la pobre higiene de sus habitantes.
A la par de estas, se muestran los verdaderos estragos de las comunidades y como han sido afectadas. Sin embargo, también se aprecian las tácticas de los acusadores: como decir su historia ante los estadounidenses y que palabras deben de usar con la prensa. La historia toma una fuerza especial, una vez que la noticia comienza a conocerse en Europa y Estados Unidos, y la llegada de Rafael Correa a la presidencia de Ecuador. Un artículo en Varity Fair y el poder de las celebridades, logran su cometido.
Después de conferencias de prensa --sin prensa--, el interés aumenta por saber que pasó en Ecuador. La gran estrella de filme es sin duda Fajardo (y vaya que las hay: Rafael Correa, Sting y su esposa Trudi Styler), un hombre humilde que todavía vive con su madre, con una seguridad total que ni una foto en Vanity Fair lo desequilibra. Su interés principal, es la justicia para su gente.
Más allá del veredicto final, todavía en proceso, lo que está en juego no solo es la conservación de la selva, los derechos humanos o la preservación de un grupo étnico, sino las responsabilidades de una de las empresas más poderosas del mundo. Pero como bien afirma Steven Donziger, la población está cansada de como el corporativismo estadounidense mira y trata a América Latina. "La gente está cambiando", dice él y no solo ellos, también los gobiernos.
Crudo se estrena hoy en el IFC Center, su director Joe Berlinger estará ahí presente en los próximos días.
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