El fútbol es uno de los deportes que más pasiones despiertan en el mundo entero. Eso aquí no sucede, pero cuando se habla de racismo o discriminación en los deportes, causa un furor total y peor si viene de algún medio de comunicación. Pero en Ecuador la situación es diferente, y eso expone el periodista Rodolfo Muñoz en su documental Tarjeta Roja, que se presentó ayer en el NYADFF. El filme se centra desde la perspectiva de uno de los jugadores más populares de esa nación, Agustín Delgado, quien es afroecuatoriano.
El documental hace un recorrido sobre la trayectoria de este futbolista, desde su gloria en el Mundial hasta el momento más bochornoso de su carrera --inició una pelea y fue suspendido un año-- en la que posiblemente su condición racial fue determinante para tal castigo. De bajo presupuesto, Tarjeta Roja ofrece una interesante mirada a la pasión del fútbol en Ecuador, no solo de la gente pero también en los medios de comunicacion y las condiciones sociales y ecónomicas de los afroecuatorianos. Tan pronto llegó a Nueva York, Muñoz amablemente contestó a nuestro cuestionario y aquí sus impresiones.
Christian Del Moral: ¿Porqué se interesó en este tema?
Rodolfo Muñoz: En Ecuador las minorías étnicas cada vez más exigen se reconozca sus derechos. A muchos nos parece que en el país subsisten formas de discrimen, entre esas el racismo. Los afroecuatorianos han sido invisibilizados y la mayoría de veces se los ha vinculado con actos delincuenciales. El fútbol ha permitido que se les reconozca. Al plantearnos esta investigación documental nos preguntamos si los triunfos de la selección ecuatoriana de fútbol, que por primera vez fue a dos campeonatos mundiales de fútbol, con un equipo integrado mayoritariamente por afrodescendientes, había permitido a los ecuatorianos sanar sus perjuicios. Eso es lo que trata de responder Tarjeta Roja, teniendo como hilo conductor la historia del jugador Agustín Delgado.