Macario México 1960, 90 min.
En Corto: "Un cuento de hadas (¿macabro?), nominado al Oscar basado en una historia de B. Traven".
En una de las escenas del documental Un Retrato de Diego (La Revolución de la Mirada), que se proyectó en el pasado Festival de Tribeca, se hace alusión a Macario, una de las películas del cinematógrafo por excelencia, Gabriel Figueroa. No me imaginé que meses más tarde, estaría apreciando en la pantalla grande como se debe, un clásico del cine mexicano, realizado por uno de los mejores directores de esa época: Roberto Gavaldón. A partir de este viernes comienza "Orgullo Herido, Pasión a Fuego Lento", un ciclo dedicado en su honor en el Teatro Walter Reade del Lincoln Center.
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Ignacio Lopez Tarso (a la derecha) es Macario Crédito: FICCO / Film Society of Lincoln Center
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A casi 50 años de su exhibición inicial, Macario demuestra que tanto Gavaldón, como su equipo de trabajo, estaban muy adelantados para su tiempo. Con este filme logran un relato convincente, con sólidas actuaciones y una producción impecable. Siendo la primera cinta mexicana nominada a los premios Oscar y filmada en blanco y negro, Macario se aleja un poco de lo que estaremos viendo de la filmografía de Gavaldón en Nueva York: el melodrama urbano tipo noir. Algunos bien podrían catalogar este filme, en el rubro del "fantástico rural" o simplemente "folclórico" como fue descrito en su momento, pero lo trascendente es que tiene una magia universal que sigue intacta y bien la historia podría ocurrir en cualquier lugar del mundo.