Para satisfacer a sus críticos, la residente de Barcelona, Claudia Llosa regresa a la patria que la vio nacer, Perú y enlista --tal y como lo hizo en su primera producción Madeinusa-- a la bella Magaly Solier. Esta coproducción España/Perú, narra la historia de Fausta, una joven andina que sufre de una creencia, a la que denominan la teta asustada.
Un mal que proviene, de las violaciones que sufrieron las mujeres de esa población a manos del terrorismo ¿de estado o de Sendero Luminoso? Así transmitieron ese dolor, mediante la leche materna a sus hijas. Para protegerse, Fausta se mete una papa en la vagina.