Durante la gran depresión económica de la década de los 30, un capítulo obscuro en la historia de Estados Unidos sucedió. Extraoficialmente más de un millón de personas de origen mexicano, un gran porcentaje de ellos ciudadados estadounidenses, fueron 'deportados' a México solo por el simple hecho de su origen o color. Vicente Serrano, quien inició su carrera como reportero en Los Angeles para después conducir los noticieros de Univisión en Arizona y más tarde en Chicago con Telemundo, logró documentar mucho de lo sucedido en Una Justicia Olvidada, que se presentará por primera vez hoy en nuestra ciudad durante el marco del Festival de Cine la Diáspora Africana de Nueva York. Siendo este su primer documental, Serrano nos brindó una entrevista vía e-mail, en donde habla del lazo familiar que lo une con esta tragedia y qué espera del mismo.
Christian Del Moral: La depatriación de los ciudadanos estadounidenses, pero de origen mexicano es un tema del que poco se sabe y no se quiere hablar. ¿Cómo decides involucrarte en este proyecto?
Vicente Serrano: Por lo poco que se sabe y por la falta de voluntad para desenterrar los dolorosos detalles... Es que estoy tan emocionado porque el gobernador de Illinois Pat Quinn luego de ver el film firmó una ley para que se incluya el capítulo de la depatriación masiva e inconstitucional de la gran depresión en las clases de historia de todas las escuelas públicas de Illinois. Ojalá que más políticos tengan la voluntad de Quinn o sientan la responsabilidad como yo, al enterarme de los detalles de lo ocurrido. La idea original era escribir un libro sobre la vida de mi abuela, nacida y criada en Estados Unidos y quien vivió más de 70 años como indocumentada en México. Para mí resultaba ser una historia fascinante pero nunca me imaginé la historia que desenterraría. Cuando comencé con la investigación para escribir el libro lo más apegado posible a detalles de la época en la que nació y creció mi abuela me di cuenta que "La Gringa" (como planeaba titular el libro) no era exclusiva de nuestra familia y que el más de un millón de personas que fueron expulsados de su país merecía una película.