Me abstuve de leer cualquier crítica de La Piel que Habito (tráiler), cuando se proyectó por primera vez en Cannes y funcionó. Sobre todo las españolas, en donde el linchamiento a Pedro Almodóvar, es parte de la rutina nacional.
En lo personal, como ya lo había mencionado por acá y a petición de mi amiga Hildy, me dejé llevar por el delirio, el horror y lo perturbador que el último filme del cineasta español provoca en el espectador.
No podemos clasificar a La Piel que Habito, que hoy llega a los cines estadounidenses, simplemente como un melodrama transgresor de cirugia plástica... el filme va más allá, pero claro tiene todo el sello Almodóvar (para gusto de sus detractores): relatos y situaciones recurrentes, símbolos que se repiten, giros narrativos locos e inesperados —a veces creíbles—, que si bien ponen felices a unos en algunas instancias no benefician a la historia principal. En esta ocasión, vemos a un Almodóvar coqueteando con algo de suspenso y gore, de manera efectiva y cuidadosa, pero su exploración es mínima por que bueno ¡se trata de Almodóvar!