Escrita y dirigida por León de Aranoa, El Buen Patrón es una tragicomedia que le tira a la sátira corporativa provinciana de España. Hay risas, momentos chuscos, y claro desgracia. La cinta inicia con un suceso trágico, que sirve de trampolín, para conocer la cara amable de Julio Blanco (Bardem), dueño por herencia de la compañía Básculas Blanco.
El empresario es un cincuentón casado ligeramente atractivo, manipulador, infiel y corrupto; sentimientos que Bardem logra esconder a la perfección. En la empresa Blanco es atento, carismático, y considera a los trabajadores como parte de su familia, incluso si no comporten el mismo tono de piel.