Después de su explosiva y sublime interpretación en White Material (Claire Denis, 2010), Isabelle Huppert demuestra su lado salvaje y cómico en Copacabana, segundo filme del realizador francés Marc Fitoussi. Filmes sobre la relación madre e hija siempre han existido, en los diferentes géneros y narrativas posibles, pero el encanto de Copacabana radica en los tiempos que vivimos (recesión, falta de empleo y dinero, soledad) y en el increíble talento de la diva francesa y su hija Lolita Chammah (¡en la vida real!).
La protagonista en el centro de la acción es Babou (Huppert), una atractiva madre soltera, ya entrada en años que lo mismo es el alma de la fiesta, irresponsable, encantadora y sin entrada económica. Su hija, es lo opuesto de ella en cada departamento y en ocasiones siente una terrible verguenza por su presencia. Babou depende de su ella económicamente, viven juntas y su relación es un caos. Situada en un pequeño poblado francés y con la crisis económica que aqueja a todos, Babou debe encontrar un trabajo. Su hija, cuya situación no es perfecta tampoco (es mesera), tiene planes para casarse, dejar a su madre y no desea que conozca a los padres de su novio.
Ante esa situación Babou acepta trabajar en otra ciudad, sin tanta chispa, vendiendo tiempos compartidos con turistas. Su llegada inmediatamente captura la atención de los locales, su energía y disposición la hacen ascender de manera inmediata en el de por sí terrible trabajo. Así como piensa en la bohemia, en su hija y en lo terrible que será no estar presente en su boda, Babou mantiene a Brasil y todo lo que viene de allá con un gran interés. Cuando un grupo de samba arriva al casino y trás una decepción laboral, Babou cree que ha llegado su momento.
Ante esa situación Babou acepta trabajar en otra ciudad, sin tanta chispa, vendiendo tiempos compartidos con turistas. Su llegada inmediatamente captura la atención de los locales, su energía y disposición la hacen ascender de manera inmediata en el de por sí terrible trabajo. Así como piensa en la bohemia, en su hija y en lo terrible que será no estar presente en su boda, Babou mantiene a Brasil y todo lo que viene de allá con un gran interés. Cuando un grupo de samba arriva al casino y trás una decepción laboral, Babou cree que ha llegado su momento.
Fitoussi no pudo haber encontrado a mejor dupla de actrices que esta madre e hija, quienes elevan el material a nivel especial; el guión no necesita ayuda, su estructura es bastante aceptable. Como vemos el director no falla en el desarrollo de sus personajes principales, incluso los secundarios muestran fuerza y presencia. Sin embargo, su prematuro final y para darle una conclusión de acuerdo a las expectativas de Babou, puede que sea inconsistente para algunos pero quizás ya sea demasiado tarde pues estamos ante los encantos de la diva francesa Isabelle Huppert.
New Directors/New Films
Copacabana
30 de marzo, 6:00 (FSLC)
31/03, 9:00 (MoMA)
Se exhibe con Bukowski (Daan Bakker, 2010) 10 min.
Tickets: aquí
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