Tuesday, June 28, 2022

Sueño en Otro Idioma (2017) y la Barrera de su Lenguaje

Casi a la mitad de Sueño en Otro Idioma (México, 2017), el personaje principal joven, Martín (Fernando Alvarez), un lingüista quien realiza un estudio para preservar el zikril, una lengua originaria (ficticia) en el sur de México pronta a desaparecer, pide a la única persona que entiende este lenguaje que "traduzca" al español, el mensaje del único sobreviviente de "la lengua de todos los seres de la jungla".

Todo lingüista sabe que traducir es la acción escrita del mensaje de un idioma a otro, cuando se trata de una cuestión oral, se conoce como interpretación. La diferencia no tiene porque ser del dominio público, pero un lingüista claro lo sabe. Es precisamente después de este error, que la cinta dirigida por el mexicano Fernando Contreras se pierde en su propia traducción. Y digo esto, ya que la producción inventó prácticamente una lengua para el filme y se puede escuchar en los diálogos y en una canción.

Sueño en Otro Idioma tiene un buen arranque. La extinción de una lengua en medio de la selva veracruzana es original e interesante; además estamos ante una mezcla extraña de comedia campirana y cine fantástico con tintes sociales. Al morir Jacinta (Mónica Miguel), solo quedan dos señores que hablan esta lengua pero ambos llevan más de 50 años sin conversar. Martin comienza una relación con Lluvia (FátimaMolina), la nieta de Evaristo (Eligio Melendéz), para que acceda no solo para formar parte del estudio sino que hable con Isauro (José Pencellis). Mediante el chantaje emocional y una televisión, Evaristo acepta.


A través de unas muy buen logradas secuencias regresivas, Contreras aborda el conflicto varonil y la desaparición de la lengua originaria. Mientras que todo mundo asume que la pelea se debe a una chica, la realidad es otra. La tensión sexual es entre ellos. Una vez que se revela el secreto, uno espera que la historia avance, crezca; no obstante el guion no da para más. Por ejemplo, se vuelve al enfrentamiento inicial, incluso con diferentes actores y después de 50 años, es repetitivo y poco imaginativo. Mientras que en su ópera prima, Párpados Azules (México, 2007), una de las películas mejor hechas de la cinematografía mexicana de esa década, Contreras nos hace partícipe del posible romance de la solitaria pareja, aquí ni con tan bello título emociona.

El director mexicano aprovecha de manera elegante lo que le ofrece su tierra (nació en Veracruz): la jungla, la noche y sus sonidos, la niebla y la siempre presente lluvia. Sin embargo, al final tenemos una cinta irregular que debido a unas decisiones creativas en el guion, falla en capturar la intensidad del romance entre los dos chicos y la barrera de su lenguaje.

José Pencellis y Eligio Melendéz

 

 Contexto 2022 

Con su cuarto filme Fernado Contreras, ganó un premio en el Festival de Sundance y un par de Arieles. El año pasado presentó su última película Cosas Imposibles (2021) y trabaja actualmente en una serie gay ambientada en la Ciudad de México durante los años 80 para una plataforma estadounidense.


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