
Desde la primera secuencia de
New York, I Love You —la segunda entrega de la serie
Cities of Love—, refleja la falta de autenticidad (y que será una constante a lo largo de las casi dos horas de duración), de una ciudad que según pretenden homenajear.
A diferencia de la bastante aceptable y reconocida, Paris I Love You, su contraparte neoyorquina trata de entrelazar las 11 historias, sin resultados coherentes o divertidos. No es que uno espere mucho de este tipo de antologías, pero cuando una de las características principales de la Urbe de Hierro, su gran diversidad poblacional se ve reducida a casi nada, da mucha vergüenza.
Mientras el colectivo de cineastas involucrados en el proyecto, ofrece una gran diversidad no solo de orígenes sino también creativamente, las historias son poco memorables (¡dos sobre Central Park!) y presentan en su gran mayoría a personas blancas, heterosexuales que viven en Manhattan.