Con una meditación sobre el entorno natural chileno y el estallido social del 2019, Patricio Guzmán comienza a visualizar en Mi País Imaginario (Icarus FIlms, 2022), algo que nunca se atrevió a concebir: el despertar chileno feminista y sin miedos. A sus 81 años de edad, Guzmán se ha dedicado al registro visual de la memoria histórica de su país, y después de un par de años de ausencia (La Cordillera de los Sueños, 2019) regresa con un film absorbente y emotivo que invita a la reflexión sobre las demandas ciudadanas por dignidad que provocaron esta revolución social.
De manera pertinente, el documental se construye a partir de las entrevistas y testimonios con mujeres chilenas, de diferentes estratos sociales, ocupacionales, escolares y de edad, mismas que se entrelazan con una poética y esperanzadora narración de Guzmán.
El ritmo visual que marca el cineasta es efervescente, de fiesta y hasta provacador, con imágenes inéditas de violencia por parte del ejército y la polícia, que inundan la pantalla de indignación. La fuerza de Mi País Imaginario radica en las secuencias de dron y las protestas feministas
que adquieren un valor histórico, no solo por la dimensión cuantitiva, sino
por la carga emocional que inspiran.
Asimismo se pueden apreciar dos momentos cumbres que originó el estallido social: la elección del izquierdista Gabriel Boric como nuevo presidente, y la creación de una Asamblea Constituyente que redactaría una nueva constitución. El filme se terminó mucho antes de que se dieran a conocer los resultados de esa elección —ganó el rechazo—, sin embargo, no todo está perdido. Como bien lo dice una chica en uno de los testimonios, "en Chile se perdió el miedo" y en esa línea, Guzmán seguro estará ahí para filmar el próximo episodio de su país que le arrebató la dictadura.
Mi País Imaginario se estrena hoy en Los Angeles, San Franscisco, Boston y continúa por segunda semana en IFC Center (323 Sixth Avenue). 1:05 pm y 5:45 pm. $17
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