Originalmente había preparado esta columna en abril del 2012, pero no se publicó ya que "perdí" el templete del blog –nunca obtengan uno fuera de la plataforma– y eso fue una frustración (una de varias) tan enorme que me mantuvo fuera del showbiz. La reconfiguración del mismo parecía un rompecabezas sin fin. En conclusión, me convertí en ese tipo de escritores electrónicos que dejan de publicar sin ninguna explicación.
¿Qué pasó? Todo y nada.
Y claro después de un merecido descanso (risas), me reencontré con estas páginas en febrero del 2020, listo para retomar el tiempo perdido. Había dos estrenos en Nueva York que me motivaron ampliamente, y pensé que era el momento perfecto para regresar. Sin embargo, ya todos saben lo sucedido tristemente. Pero aquí estamos, más vale tarde que nunca, dirían unos.