La idea del lugar para esta comunidad surgió del matrimonio de la ítalo-estadounidense Marie Tonell y Tito Arriagada, un migrante Chileno y quien también era Susanna Valenti.
Comenzaron esta aventura con una propiedad bastante amplia, el Chevalier D'eon —en honor a la famosa espía transgénero francesa—, en donde también montaban espectáculos con imitadores de personalidades femeninas.
Más tarde en 1964, compraron una propiedad más pequeña tipo victoriana, que ofrecía una experiencia más íntima y totalmente apartada del pueblo. Ese lugar era Casa Susanna, un tipo de hotel familiar que era atendido por este matrimonio y visitado los fines de semana por hombres (y en ocasiones con algunas de sus esposas), en busca de una comunidad y aceptación. Por más de 40 años, las fotografías que habitualmente se tomaban en Casa Susanna, se mantuvieron en relativa secrecía.
Susanna (Art Gallery of Ontario) |
A más de 60 años de su creación, la fascinación por la historia de este espacio seguro e histórico, persiste y después de un libro, una obra de teatro en Broadway y exposiciones fotográficas, ahora también llega el documental Casa Susanna (2022, USA/Francia), que se estrenó hace unas semanas en PBS, la cadena de televisión pública estadounidense.
Bajo la dirección del francés, Sébastian Lifshitz, quien tiene amplia experiencia tratando estos temas en el séptimo arte, ofrece un testimonio emotivo, solidario, pero a ratos inconcluso. El hilo conductor recaé principalmente en dos entrevistas, de quienes en su momento visitaron Casa Susanna, y hoy en día son mujeres transgénero. Asimismo se incluyen otros dos testimonios, del nieto de Marie y quien conocía a Tito/Susanna y la hija de uno de los asistentes a este espacio.
De manera predecible, Lifshitz sitúa a sus principales entrevistadas, en camino a Casa Susanna, un encuentro con el pasado y el presente que resulta atractivo y conmovedor. Sin embargo, en minutos la atención se dirige a sus luchas y trayectos personales, no solo apocan la intención principal del filme sino el interés del espectador; en otras palabras se minimiza la historia y legado de Susanna. A medida que transcurre la historia, y los testimonios, que en ocasiones se vuelven reiterativos, uno debe preguntarse: ¿cómo fue que solo encontraron dos personas de los habituales visitantes a este lugar?
Art Gallery of Ontario |
Aún con todo lo dicho, no se esclarecen muchas de las cuestiones en relación a Tito Arriagada y su origen. Al parecer no fue ningún improvisado, tenía su propio programa radial y se dice que cubría la Casa Blanca, pero solo son especulaciones. Su identidad como migrante en Nueva York está casi borrada. ¿Tendrá familia en Chile? ¿Habría regresado a su país alguna vez? Al final el poder de Casa Susana radica en las fascinantes fotografías (que este documental evitó mencionar cómo se obtuvieron) y videos que se tomaron décadas atrás y que estaban destinadas a no ser vistas por nadie.
Casa Susanna se puede ver a través de las plataformas de PBS en Estados Unidos. Más info aquí
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