Sleep Dealer |
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El festival de cine dedicado en su totalidad a la cinematografía mexicana, comienza este fin de semana en Los Angeles. Este año con la novedad que llegará a seis ciudades, con varias propuestas interesantes, y visitas inesperadas. La primera gran sorpresa que notamos en el programa, es la fuerte presencia del cine documental con cuatro filmes que merecen ser vistos a través de esta plataforma.
Da gusto que siga el entusiasmo por Los Herederos, de Eugenio Polgovsky, creo que todo espectador debería de verlo. Lo mismo podemos decir de Vaho, dirigido por Alejandro Gerber y que era nuestro filme mexicano favorito del 2010 hasta que apareció Alamar, de Pedro González Rubio, que por cierto se presentará en el Hola México en algunas ciudades.
Hoy comenzó el Festival de Tribeca, en su novena versión y no estoy muy motivado. Escribo este post con toda la intención que mis expectativas se eleven, y regresemos a la energía de otros años; ya veremos si lo logro.
La novedad y de lo que mucha gente sigue hablando, es la modalidad tecnológica que llega a Tribeca. Sin que sea totalmente innovador, Sundance y SXSW han optado por similares plataformas, pero la estrategia de la muestra de cine neoyorquina, va por más y el riesgo es mínimo.
La última vez que vi a Regina Orozco en el cine, fue en Profundo Carmesí de Arturo Ripstein. Ese regreso fue el mayor atractivo que encontré en esta ópera prima, que a pesar de ser una historia en la que confluyen tres relatos, no decepciona. El eje principal es la obsesión (los extraterrestres, la pornografía y el futuro) y sus consecuencias entre tres originarios de la Ciudad de México, es decir chilangos.
Desde los críticos, a la gente de la industria y quizás el más importante: el público en general, podrán debatir sobre lo que la Academia estadounidense seleccionó como lo mejor. Y no será nada fácil, pues sus máximos competidores Un Prophète ($1,684,489), The White Ribbon ($2,116,924) y Ajami ($489,499), siguen en la cartelera. No obstante, nadie duda de su potencial este fin de semana, dada la curiosidad y el buen recibimiento por parte de la crítica (algunos también la llamaron "a piece of crap from Argentina!"), El Secreto de sus Ojos saldrá con buenos números este domingo.
Si alguien sabe del cine latinoamericano y su andar por Nueva York en la última década, entre otras personalidades, es Diana Vargas. A mi paso por los tres periódicos en español más importantes de la Gran Manzana, pude ser testigo de tal afirmación, ya que cubrí muchísimos eventos de los que ella era parte. ¿Ejemplos? Desde la apertura del primer cine para la proyección de cine latino en Nueva York —que lamentablemente no funcionó—, al nacimiento de CortoCircuito, de la hoy difunta LaCinemaFe, del Mexico Now y de un sinfín de películas, Diana ha estado presente. Sin embargo, es el Festival de Cine de La Habana en Nueva York, que lleva todo su estilo y entrega.
A pesar que algunos lo pueden considerar pequeño, cualquier evento étnico en la Gran Manzana corre ese riesgo, creo que éste es uno de los festivales que más se atreven con su programación (¡una peli de 243 minutos este año!). Pero mejor vayamos a la entrevista, en la cual la originaria de Cali Colombia nos habla a propósito del comienzo del festival (¡mañana!), sobre el premio que se disputarán 15 filmes y cual es el mejor recuerdo que tiene de esta muestra que ya forma parte del ritmo cinematográfico de esta ciudad.
Christian Del Moral: Has estado desde los inicios del HFFNY, ¿cómo describirías estos 11 años de vida?
Diana Vargas: Gratificantes y de mucho aprendizaje. Si bien es un proyecto que se hace a base de ganas y con la generosidad de donantes y el apoyo de becas y que por ello tiene las limitaciones de cualquier proyecto cultural de este tipo, también hemos logrado hacernos un espacio como uno de los eventos culturales reconocidos en Nueva York. La gente espera el festival; los cineastas nos confían sus películas y cualquiera que organiza festivales sabe que ha hecho una buena labor cuando los directores, productores y distribuidores le entregan su segunda y tercera película. Tenemos ahora muchos "reincidentes". Los cineastas saben que somos un festival pequeño pero que nos tomamos esto de la difusión del cine en serio.
La primera noche cierran con Dioses, el segundo largometraje de Josué Méndez y que hace unos meses reseñamos. Para el viernes clausuran con la ópera prima de Claudia Llosa, Madeinusa. La entrada gratuita, y por acá están todos los detalles.
Aquí mismo y también figuran en la lista tres filmes que mandaron sus respectivos países para que fueron tomadas en cuenta por un Oscar. Mientras la participación de las producciones latinoamericanas y de España, en los festivales de la ciudad bajó considerablemente desde el Festival de Cine de Nueva York, el HFFNY nos recuerda la gran diversidad de historias que se están realizando en esta región del mundo.
Aquí van los 15 invitados:
En nuestro primer reporte del Festival de Cine de Tribeca, omitimos varios títulos que tienen ese componente latino. Así que rectificamos y ahora vemos, —claro varios son cortos— que la presencia latina no está nada despreciable como lo habíamos señalado anteriormente.
*1.- Los Abrazos Rotos (Broken Embraces): $4,764,750. Sony Pictures Classics
*2.- La Nana (The Maid): $576,610. Elephant Eye Films
*3.- Crude (Crudo): $168,606. First Run Features
*4.- La Mujer sin Cabeza (The Headless Woman): $98,969. Strand Releasing
*5.- Gigante: $6,542. Film Movement
6.- Manuela & Manuel: $1,045. Regent Releasing
7.- Los Paranoicos (The Paranoids): ? Oscilloscope
*Estrenos del 2008
Cifras: Box Office Mojo y múltiples fuentes.
¿Humor seco, minimalista y absurdo? Así es como se refieren al cine del argentino Martín Rejtman, quien estará este jueves en Anthology Film Archives (32 2nd Avenue) para presentar una de sus películas.
Me interesé en este documental de procedencia danesa, no sólo por su premio en Sundance sino por la premisa: una broma, vía un intercambio cultural, al régimen de Corea del Norte. Definido por sus promotores como algo que navega entre Borat y Michael Moore, puede sonar aún más atractivo. El periodista-cineasta Mads Brügger enlista a Simon Jul y Jacob Nossell (discapacitado) un dúo de pseudo-comediantes daneses de origen surcoreano, para entrar a la tierra del querido líder Kim Jong-il y dar cuenta al mundo de las atracidades cometidas por su gobierno.
Lou Reed compuso Candy Says, pensando en ella y en Walk on the Wild Side quedó también inmortalizada. Tennessee Williams la incluyó en una obra de teatro, con uno de los personajes protagonicos que escribió especialmente para ella. Creación de su propio escape y devoción por el glamour del Hollywood de antaño, James Slattery, dio vida a una de las leyendas neoyorquinas de los años 60: Candy Darling. Heroína en los filmes de Andy Warhol, quien la lanzó a la fama a través de su Factory de Superstars y pionera de la estética travesti, recibe por fin el tratamiento póstumo en este irresistible documental.