¿Hay alguna comedia mexicana que se realice sin la presencia del actor Silverio Palacios? Claro, hay varias pero de ver al frío y carente de presencia cinematográfica, Eugenio Derbez, prefiero a Palacios, quien ha demostrado su versatilidad de manera continua. Quizás sea un actor que muchos en el extranjero han visto, —al parecer es quien más trabaja en el cine mexicano al lado de Damián Alcázar—, sin realmente conocer su nombre.
Como saben, no tiene problema entre géneros y va de lo comercial a lo más independiente (El Violín), como pocos actores. Eso no significa que, todo lo que ha realizado merezca mención, pero la parte divertida y lo que hace funcionar a Acorazado (México/Cuba, 2010), de Álvaro Curiel, radica en la presencia de Silverio.