No me sorprende en absoluto, que Los Herederos, que tiene su estreno mañana en la ciudad, haya sido rechazado por una institución mexicana encargada de dar apoyos financieros al cine. Cuando unas instancias gubernamentales están más preocupadas por su imagen internacional, que por atender sus inminentes problemas, un documental sobre la pobreza y explotación infantil laboral, es una seria amenaza.
Tampoco extraña que ninguna entidad cultural, federal o estatal, aparezca en los créditos del segundo filme del cineasta Eugenio Polgovsky, para que apoyar algo con esa temática. Afortunadamente, y a pesar que toda puerta se le fue cerrada a Polgovsky, recibió el apoyo financiero y necesario en Europa (35 mil dólares) y ha hecho un tributo fílmico con una dignidad y respeto sobre un tema que incomoda a muchos.