El segundo filme del director peruano Josué Méndez, ha estado en nuestro radar desde hace más de un año. Estuvo primero para nuestras predicciones del Festival de Tribeca, y después en las respectivas del Latinbeat, ninguna se concretó. Su rescate para la Gran Manzana se debe a la muestra Global Lens, que se inaugura con este filme peruano el jueves en el MoMA.
A decir de Dioses, Méndez trata de retratar el subdesarrollo con que se mueve la clase alta peruana, y de aquellos que mueren por pertenecer. El núcleo familiar lo integran, un viejo recién divorciado y dos hijos que se traen una relación medio incestuosa, ambos comparten sus días de sol, drogas y fiestas en su casa de la playa.
A ellos se une su guapa, joven y morena madrastra, todos a la vez rodeados de un sequito de empleados uniformados, dispuestos a servir. A manera de sátira ("Una mujer que piensa es hombre".), Dioses funcionaría mucho mejor, pero ante la inseguridad de su autor por no dejar su parte crítica, la historia se mueve con dificultad. Han sido muchas veces, sobre todo, en los últimos años que hemos visto el mismo el conflicto planteado por Méndez: los excesos de los niños ricos, el privilegio con que se desenvuelven ("Las puertas siempre estarán abiertas para ti. Acuérdate de quien eres".) y su posible reconciliación con los que menos tienen. Su parecido puede tener consecuencias serias: en ocasiones pensaba que estaba observando de nuevo Máncora, mientras que Magaly Soler, la estrella de La Teta Asustada, sale a cuadro sin ninguna importancia y otra vez de sirvienta, un crimen total. La constante en Dioses es la falta de riesgo y su apego a la conformidad, que desea criticar.
Dioses (Gods), Josué Méndez. Perú, 2008. 91 min. 14 de enero, 4:00 p.m. 23/01, 1:30 p.m. Theater 2
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