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Thursday, March 2, 2023

Entrevista: Rodrigo Reyes, Sansón y Yo (2022)


Han pasado más de 10 años desde que Rodrigo Reyes, conoció a Sansón Andrade, un joven de tan solo 19 años de edad, quien recibió una injusta sentencia a cadena perpetua en el estado de California. Reyes, hoy director de cine (499, Después de la Redada y Lupe Bajo el Sol), quien fue interprete de Andrade durante ese juicio, este hecho lo marcó de manera tan profunda, que decidió llevar esta historia a la pantalla grande con el documental Sansón y Yo (2022, Cinema Guild), y que mañana se estrena aquí en Nueva York.
 
A través de un sinfín de cartas, ambos entablaron una relación de amistad y artística. Sin el permiso del sistema penitenciario para filmar a Sansón, Reyes visita a la familia del joven mexicano en Colima, uno de los estados más pequeños de México, y decide enlistar a su sobrino, hermana y demás familiares para recrear su infancia. Así como lo habíamos prometido la semana pasada, tuvimos una entrevista con Reyes, en la que habla más sobre el caso, de la pandemia, los premios de Cinema Tropical y en qué está trabajando en México.    

Christian Del Moral: Después de 10 años de su iniciación, Sansón y Yo, se estrena en Nueva York este viernes, antes pasó por varios festivales y fue considerado entre 144 documentales para el Oscar. ¿Cómo definirías este trayecto? 

Rodrigo Reyes: Diría que para mí el viaje de realizar Sansón y Yo, ha sido un viaje de aprendizaje. He aprendido a colaborar con un gran amigo que es Sansón. Puede sonar raro decir que uno de mis mejores amigos en mi vida, es una persona que está presa en California, con una sentencia de por vida y sin salida. Pero para los que vean la película se van a dar cuenta, que hay mucha profundidad en esa relación, hay mucho cariño y conocimiento que se va generando. He aprendido mucho de Sansón, (quien) es una persona muy sabia y tiene mucho por enseñarnos a todos. Estoy muy feliz de que por fin estemos llegando a los cines, el estreno en Nueva York es genial y después de ahí se va a ir a San Francisco, Los Angeles, otras ciudades y después también llegará a México. 

CD: Entonces cuando él la vea ¿será cuando se estrené por televisión? Como se menciona en el documental...

RR: Sí, literalmente no ha podido ver la película de su vida. Esta es una contradicción totalmente absurda, porque él contó desde su alma y no la puede ver... recibe cartas de mí y de su familia y le cuentan, pero la película no la ha visto. En septiembre cuando se presente en televisión pública (PBS) a nivel nacional, la podrá ver y no solo él sino los demás presos en su comunidad, y en otras prisiones. Debe ser muy difícil porque está lleno de ansiedad, ya la quiere ver y saber de qué estamos hablando.

CD: Desde el comienzo reiteras, no solo a Sansón, a su familia y principalmente a la audiencia, que este documental no resolverá su caso. ¿Cuál fue tu principal misión cuando la inicias y si lograste las metas que te propusiste una vez que terminaste la película?

RR: Como bien dices, una película no puede resolver el caso de Sansón; es un caso complicado y es uno que ya se decidió, y él va a tener que pelear en otras trincheras. Cuando vemos un problema de violencia en nuestras comunidades, especialmente en las comunidades latinas, donde hay esta situación de violencia, de pandillas, nos preguntamos: ¿qué podemos hacer? 'Qué los tribunales respondan, qué castiguen a estas personas'. (Pero) jamás pensamos que quizás hay otras cosas que podemos hacer en nuestra comunidad para detener esta violencia. Los chicos que se involucran en estas situaciones, casi siempre tienen familias muy complicadas; el caso de Sansón, quien fue huerfano desde los seis años, vivió en la calle, fue indocumentado. 

La película nos acerca a esa experiencia y no es una excusa, no es de derecha o izquierda es sencillamente vamos a conocer quién es esta persona y al contarnos su vida, quizás veamos otras oportunidades para resolver estos problemas de otra manera. En el caso de Sansón vemos que tiene mucho valor humano, tiene una capacidad de análisis, de reflexionar sobre la vida y eso nos sirve a todos; él se está rehabilitando paso a paso y en este país nos hace falta eso: el saber escuchar. Estamos atrapados en un ciclo donde nadie escucha a nadie, si tú estás de ese lado de la línea política, no te escucho, te ninguneo, y al revés. Y Sansón rompe con todo eso y te presenta su vida con poesía, con mucha sinceridad y eso era lo que yo quería, que la película nos acercará a este problema desde un punto de vista que dejará atrás dígamos todo el ruido, y que también pudiéramos sentir lo que es caminar con Sansón, sentir su vida y conocerlo.

Antonio González interpreta a Sansón de pequeño. Cortesía Cinema Guild

CD: Tu fuiste su intérprete, durante el juicio y quisiera saber desde que le dan su sentencia y terminas tu trabajo oficialmente ¿cuánto tiempo tardaste en escribirle para contarle tu proyecto?

RR: Estaba pensando y platicando sobre este caso desde que estaba ocurriendo. Se me quedó grabado muy adentro, creo que fueron seis meses y le escribí. Y de volada me contestó, me dijo: 'sí yo también he estado pensando en ti' y así empezó. Ya casi son 11 años desde que nos conocimos en el tribunal. Es bien curioso que cuando eres intérprete, tu labor es ayudar al sistema, tú estás ahí para que el sistema se comunique con una persona. No estás ahí para conocer quién es él, para platicar, no puedes hacer eso. Entonces, había una necesidad de conectar, de traspasar esa barrera. Ahora es totalmente diferente, es un ser humano, él me conoce a mí y yo a él. Creo que es importante que de repente el arte nos ayude a eso, a hacer cosas que la vida no nos permite. El cine, en este caso, nos ayudó a entrar a la vida de Sansón, algo que yo jamás he hecho en ningún otro caso. Ha sido una experiencia sensacional.

CD: A lo largo del filme vemos a su familia en Tecomán, Colima, sin embargo, no vemos a su familia en Estados Unidos, o núcleo inmediato. ¿Fue una decisión de estilo, personal o de Sansón principalmente? 

RR: Es una gran pregunta, y creo que tiene mucho que ver con el sistema en Estados Unidos. (Este) te castiga por hablar, te castiga por participar, entonces la familia que está en Estados Unidos siempre ha querido mantenerse un poco al margen y pedir ese respeto y ese silencio, porque también su familia está muy involucrada en lo que pasó y les puede afectar de muchas maneras. También Sansón ya es soltero, su matrimonio no continúo entonces por respeto a esa distancia trabajamos con un actor, un chico que también es migrante, un actor no profesional, natural y eso ayuda acercarnos a lo que vivió Sansón en Estados Unidos y respetando la situación de la familia. Imaginemos que esto dura toda la vida, el impacto de estas sentencias, duran toda la vida, destrozan a una familia y generan mucho daño. Y es algo que después de 10 o 15 años siguen viviendo, y enfrentando. 

Con mucho respeto intentamos dar ese espacio, y con la familia en México era diferente porque es la familia de sangre de Sansón, son sus hermanos, sus sobrinos, tíos, y ellos no pueden estar aquí en Estados Unidos, ellos no pueden tener una relación tan directa con él. Es difícil escribirles, que les llame, y a ellos no les van a dar visa para que vengan a verlo. La película trata de reconocer que al final es muy difícil contar historias dentro de estos espacios, la misma prisión no permite que se cuente  su historia, nos dieron acceso a Sansón y eso generó todas estas ideas que le dan tanta vida a la película. 

CH: Una de las cuestiones más reveladoras del documental, es saber sobre la situación de la familia de Sansón en México y crea otra capa narrativa diferente a lo que uno esperaba del filme. ¿Cómo lo integras al conjunto general del documental?

RR: Sí, el contexto de las historias de donde nacen, que está pasando en esas comunidades. Desgraciadamente la infancia de Sansón se vio marcada por mucha pobreza, y eso fue violento contra él. Hoy en día si regresamos a Colima, también Zacatecas, Sonora, Sinaloa, y tantas partes de México, en estas comunidades las oportunidades están desapareciendo y está entrando mucha violencia. Y en la película lo empezamos a ver que el sobrino de Sansón, Toñito (quien interpreta a Sansón de pequeño), está viviendo circunstancias similares o incluso peores a las que vivió su tío cuando era un niño. Como uno le puede pedir a un niño (que viene) de una situación rodeado de narcotráfico, de violencia, que crezca y sea un hombre de bien, ¿cómo se les puede pedir eso? Por eso el sistema está roto, porque castigar a Sansón y no a tender su pobreza, no atender su situación, sus circunstancias de niño, lo único que estamos haciendo es patear el balón. 

Y quería que lo viéramos, de lo que está pasando, que se está degenerando la situación en México y eso lo podemos ver ocurriendo en muchos espacios. Y no es solo un problema mexicano, también es estadounidense; estas comunidades no reciben el apoyo ni los recursos. Y Sansón sigue luchando, es un héroe en el sentido bonito de la palabra y tiene siempre esa fe, y se enfrenta a muchas circunstancias muy difíciles. Como dice la canción de Sansón que aparece en la película que sigue luchando y creo eso nos debe dejar mucho de qué pensar. Cada circunstancia es diferente, pero en cada una hay un Sansón, y Sansón existe en muchísimos espacios.

Gerardo Reyes interpreta a Sansón de adolescente. Cortesía de Cinema Guild

CD: Has dicho que en este país hay miles de Sansones, y es precisamente su historia la que me recordó otro documental Mi Vida Adentro (2007), de Lucía Gajá; con estilos completamente diferentes pero ambos casos con sentencias similares y extremadamente injustas. ¿Hubo algún documental que te haya influido en la realización del tuyo?

RR: Yo admiro mucho el trabajo que se ha hecho en México, de los y las documentalistas en México, es tremendo. Mi Vida Adentro es una gran película, también Los Años de Fierro (2013), de Santiago Esteinou. Hay una película que a mí también me encanta que se llama César Debe Morir (2012), de los hermanos Taviani, es italiana en donde sitúan la obra de Julio César de Shakespeare en una prisión italiana y es increíble. Ahí me di cuenta que podemos hacer este juego, de la realidad de los hechos y la realidad del espíritu. Siento que todo lo que nos cuenta Sansón es una verdad profunda, aunque sea su familia como actores y aunque tengo todos estos recursos, hay una esencia ahí porque él es vulnerable; no solo cuenta lo mejor y lo que más le conviene, sino que está dispuesto a luchar con nosotros. 

Creo que ese acto de mirar a los que están en esas circunstancias desafortunadas, a los que han sido ignorados por el sistema de "justicia" que tenemos en el mundo, es muy poderoso y en todas estas películas algo sucede muy especial cuando empiezan a escuchar, a comprometerse con la otra persona y cambia tu punto de vista, eso me ayudó muchísimo. Y también sobre todo creo que el leer mucho a Sansón y pensar cómo puedo pasar este estilo, esta poesía que él está construyendo, al cine. Esa pregunta siempre me ayudó mucho y por eso la película tiene tantas capas y sientes cómo se van tejiendo muchos caminos porque estamos tratando de encontrar la manera de llegar a Sansón. 

CD: ¿Sigues trabajando como intérprete?

RR: Sigo certificado, ya no tengo tanto tiempo para ir a los tribunales. Es algo que quiero mantener, mi certificación, siento que es muy valiosa. Y es algo también que no es fácil de lograr, osea profesionalizar las habilidades. Al final de cuentas, este servicio de interpretación me ha ayudado mucho; he aprendido a escuchar, a respetar, y a reflexionar de otra manera con las personas. (Eso) me gusta mucho. Como te digo, esta película ha sido un viaje de aprendizaje para mí como director.

CD: Eres un cineasta bastante prolífico, Sansón es tu segunda película después de la pandemia, ¿cómo te cambió la pandemia en relación al cine?

RR: Siento que el cine ha sido muy golpeado, especialmente el cine en salas, los números siguen bajando. Sin embargo, de mi lado yo me siento bien afortunado porque terminé 499, tuvo una gira increíble en México, estuvo en cines en Estados Unidos, y como ya se venía cocinando Sansón la pudimos terminar. Al final la pandemia nos ayudó porque hay unas escenas en la película donde estamos él y yo de adultos y en vez de estar en una cárcel, estamos en un teatro y se ven algunas proyecciones de los recuerdos de Sansón y eso solo se dio por la pandemia. Antes íbamos a intentar a estar como en una prisión o en un juicio, y la pandemia nos puso los límites que necesitábamos, para llegar a una idea más poética, porque estás en el teatro sientes que te estás acercando muchísimo a Sansón y a mi también, y eso se dio porque no podías juntar un montón de gente eso, para hacer un rodaje y que es más mínimo que dos personas en un escenario. Siento que esta historia tiene una gran necesidad de volar en el mundo y va a encontrar su camino. Estamos con su estreno en Nueva York, hay mucha anticipación y entusiasmo por la película allá y en las otras ciudades; y luego se va a ver en prisiones y en universidades. Estamos encontrando ya el camino, porque a pesar de la pandemia seguimos teniendo una gran necesidad de conectar con el arte y eso me da fe que al final el cine encontrará su camino.

CD: Tu película anterior a 499 (2020), Después de la Redada (2019), ¿te ayudó en la realización de Sansón y Yo, o fue al revés? 

RR: Ese corto se dio por las circunstancias de una serie en donde se estaban haciendo varios documentales. Ahí estuvo Everardo González, Juan Carlos Rulfo, Trisha Ziff, etcétera, y me invitaron, yo tenía experiencia trabajando con el sistema legal. Me llamó mucho la atención esta idea de una redada y de cómo este evento destruyó a toda una comunidad. Era como un proceso de aprendizaje, el hacer Sansón y hacer otras películas. Hice la de 499, donde también trabajé este tema de meter algo de ficción en la realidad. Y antes de 499, hice la de Lupe Bajo el Sol (2016), en donde trabajé en la misma comunidad donde vivía Sansón, en el centro de California. (Aquí) aprendí a trabajar con actores naturales, con personas reales, por ejemplo en la película de Sansón hablé con muchos actores formados, profesionales, y no llegaban a la personalidad de Sansón porque no habían trabajado, ni migrado, no sabían lo que era la pobreza y que era lo que había vivido Sansón. 

Tenía que encontrar a un chico que se pudiera acerca a esa circunstancia, y la encontré con Gerardo Reyes (no relación con el director) que hizo una gran actuación, es chico que conocí en un high school (preparatoria) del Valle Central y que tenía muchas experiencias de vida que lo conectaban con Sansón. Sabía lo que era trabajar desde niño, es una persona muy responsable y tiene muchas ambiciones en la vida y claro su camino es diferente; Gerardo no se topó con la prisión, ni con el sistema legal pero tenía muchos puntos que lo acercaban y eso ayudó. Quienes que ven la película siempre me comentan que la actuación de Gerardo es muy buena y que sienten están viendo al Sansón auténtico. Y eso es lo que me gusta de trabajar con la realidad, no te puedes esconder, no puedes pensar 'oh esto es una ficción, un efecto especial, o una trama', sino que aquí estás luchando con algo que es real en un sentido y eso te ayuda acercarte a lo que se quiere contar.

CD: Fuiste parte del jurado de los Premios Cinema Tropical en la categoría de mejor documental latino en Estados Unidos, ¿cómo jurado qué buscabas para definir al ganador? 

RR: Nosotros lo que buscamos sobre todo y creo que es la esencia de Cinema Tropical y de los premios, es la calidad. El cine es un arte que exige esa atención, ese cuidado de cómo cuentas una historia y tenemos una gran tradición latina, latinoamericana de un cine tremendo. Lo que queríamos era eso, encontrar esas películas que no solo tienen el contenido, sino también tenían ese manejo de lenguaje del cine. Y a mí lo que me fascina es la cantidad de trabajos hermosos que se han hecho. En mi categoría eran las películas Latinx de Estados Unidos, y hay un crecimiento tremendo: cinco directoras, con historias súper personales y fundamentadas. Esto es emocionante porque está cambiando el universo del cine y se está expandiendo, estamos encontrando otras voces, que tienen mucho que decir y no solo es la denuncia o algo que se queda solo en el mensaje, sino que cómo lo cuenta. Yo recomendaría que busquen a todas las películas nominadas porque son excelentes. 

CD: La migración forma parte de varios de tus documentales, ¿es algo que deseas seguir explorando? ¿Cuál es tu próximo proyecto?

RR: Para mí la migración es un tema universal. A menudo es un cambio en nuestra mente, porque a nosotros como latinos en Estados Unidos que nos imponen esta narrativa de que somos más pequeños, por ser migrantes. Ulises era un migrante en La Odisea, es un gran tema universal y que trasciende los siglos. Todos de alguna manera hemos tenido que transitar de un lado a otro y cuando nos ponen ese tache de migrantes, es como para minimizar algo que en realidad es tremendo. Muchas de las grandes películas del cine tienen que ver con eso, de viajar de un lugar a otro, y de encontrar un camino. Y yo lo veo en Sansón, es un migrante pero al final está atravesando dos países, está en una odisea tremenda en la película. 

Todo eso para decir que a mí me interesan esos temas profundos, y si vienen en un contexto migratorio está bien. Me interesa lo que representa, las esperanzas, los desconsuelos, las tragedias y las victorias. Sobre nuevos proyectos... Estoy colaborando con un grupo de madres, víctimas de feminicidios (de niñas y mujeres) en México. Me interesa mucho cómo se ha normalizado la violencia de género en nuestro país. Estamos viendo estadísticas espantosas y entonces quiero buscar esa colaboración, estamos armando un proyecto en conjunto y espero que pueda migrar, no solo el contexto mexicano sino que emigre a otros espacios donde no es normal que maten a 10 mujeres al día, donde no es normal el nivel de impunidad que enfrentan estas familias. Seguimos buscando historias y tratando de aportar algo a todo este proceso. 

 

Sansón y Yo se estrena mañana en BAM (30 Lafayette Ave. Brooklyn) y contará con la participación de Rodrigo Reyes en persona, después de las funciones de las 7:00 pm este viernes y sábado. $16

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