
¿Se imaginan tres filmes latinoamericanos representando a su respectivo país por un lugar en la carrera al premio Oscar, cuyo estreno sea el mismo fin de semana?
Eso sucederá el próximo 4 de noviembre aquí en Ciudad Gótica, en lo que será un intenso fin de semana para el cine latinoamericano, pues llegan a la pantalla grande las películas de Bolivia, México y Venezuela. Y si sumamos a Argentina, que se estrenó el 30 de septiembre, estaríamos hablando de cuatro precandidatas que se exhiben de manera comercial a seis semanas de que se anuncien a las 15 finalistas (21 de diciembre).
Muy pocas veces, el espectador regular de Nueva York o Los Angeles, tiene la oportunidad de apreciar algunas de las seleccionadas extranjeras antes de conocerse las nominaciones. Quizás habla de la fuerte selección que proviene de nuestros países este año, por ende existe un gran interés por parte de la audiencia, y las distribuidoras no solo ven su potencial artístico sino económico. Claro que están las voces cínicas y menos optimistas, que ya proclaman: 1) se trata de un año flojo en la competencia, 2) falta de contenidos y producción para las casas de arte en Estados Unidos, y 3) es un reflejo a casi tres años de la pandemia.